
«Videoclub: las películas que cambiaron nuestra vida», un libro de Jaume Ripoll
Entrevistamos a Jaume Ripoll hace unos meses en «El Apartamento by CC/magazine» y la verdad es que fue un verdadero placer disfrutar de una charla tan estimulante con alguien tan inspirador, elocuente, humilde y sensible.
Recientemente ha publicado su primer libro, «Videoclub: las películas que marcaron nuestra vida», que devoramos sin poder remediarlo en una tarde.
“Este libro es un homenaje a sus padres, a los videoclubs y al cine.”
Y como él mismo asegura: «Este es un libro con kilos de nostalgia, anécdotas, recomendaciones, muchas frustraciones y alguna reflexión acerca de cuarenta años en los que toda la industria ha cambiado para que el cine siga igual.»
«Videoclub: las películas que marcaron nuestra vida» es también un recorrido por la vida de Ripoll y su pasión desde muy niño por el cine, algo que le debe a su padre, propietario de videoclubs y quien además se encargaba de la gestión comercial en Baleares de Lauren Films, Weekend Video y Manga Films.
El libro transita por anécdotas de todo tipo, donde el cine es siempre el protagonista, de una manera u otra. Desde la extinción de los videoclubs, sus clientes más peculiares, sus traumas infantiles, sus pelis favoritas, sus mejores amigos, la pérdida de su padre, su paso por la ESCAC, su futuro asumiendo los negocios paternos, los inicios de Filmin, la creación de Atlántida Mallorca Film Fest y los delirios de grandeza de alguna diva, la creación de su proyecto «The Filmin Times», etc…
Como os avanzábamos, en cuanto empecéis a leerlo no podréis parar. Su forma de narrar y de ir incluyendo detalles personales sobre las diferentes historias que se van enlazando os atraparán, y cuando os queráis dar cuenta… c’est fini!
Al final del libro, y después de los créditos, Jaume Ripoll ha incluido «25 listas para ver después» que son una joya y que nos ha permitido descubrir títulos que no conocíamos y también nos ha animado a volver a ver aquellos que llevamos tiempo sin revisitar. Una especie de vademécum cinéfilo organizado por categorías como «Los clásicos de Hollywood», «Son de miedo», «Luz para los días grises», «Mis rupturas europeas», «Diez Thrillers», «Secuelas malditas que merecen revisión» o «Las odié sin motivo y ahora las amo con razón», entre otras.
Asimismo, hace unos días aprovechamos para hacerle algunas preguntas sobre «Videoclub: las películas que marcaron nuestra vida» y esto fue lo que nos contó. Pasen y lean:
¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?
Fue Gonzalo Eltesch, editor de Penguin Random House, quien me llamó con la propuesta de escribir un libro de cine. Acepté no sin antes avisar que no firmaría un libro de análisis cinematográfico (hay críticos con mucho más talento que el mío para hacerlos) ni tampoco uno que contase la historia de Filmin.
Acepté, pues, porque la historia de la distribución, del cambio de hábitos en el consumo audiovisual, del funcionamiento de la industria del cine, es una historia que no había sido contada y que, a través de mis vivencias, podía ofrecer una aproximación.
Muchas de las experiencias que describes no nos son ajenas, al menos a la generación que vivió la cultura del videoclub, y eso hace que nos conecte con una época analógica donde la velocidad no se había instaurado todavía. ¿Qué echas de menos de todo aquello?
Echo de menos las confidencias de los clientes, también los pasillos llenos en un sábado lluvioso y los miércoles por la mañana en los que abría las cajas que nos entregaban los transportistas con las novedades de la semana.
“Echo de menos la complicidad, la nostalgia y la novedad.”
Tu amor por el cine fue algo que se fue gestando desde muy niño, debido a vuestro negocio familiar y a la gran cultura cinéfila que había en tu casa. Es decir, que no fue algo aprendido en la escuela. ¿Crees que sigue siendo necesaria una alfabetización audiovisual en las aulas?
Uno puede enamorarse del cine sin un referente familiar, docente o amigo. Pero esto no va en detrimento de que sea necesario que se forme en historia del cine a los alumnos de primaria y secundaria de hoy, porque, más pronto que tarde, acabarán utilizando el audiovisual en sus vidas.
Por cierto, ¿puede el cine mejorar nuestras vidas?
Algunas, sin duda. La mía, desde luego.
El cine nos ayuda a evadirnos cuando necesitamos distracción, anticipa preguntas y plantea cuestiones a las que nos enfrentaremos en algún momento y ofrece personajes que pueden inspirarnos.
¿Cómo vives como espectador la cantidad ingente de películas y series que actualmente están a nuestra disposición? ¿algún truco para no sentirse abrumado por el fomo de querer verlo todo o al menos elegir «bien»?
Vivo la situación con una mezcla de euforia y desazón. Síndrome de buffet libre, de turista en gran museo, de fomo permanente. Querer ver demasiado y acabar con la sensación que no vemos nada.
“Hay que ver menos, pero ver mejor.”
Cuando te entrevisté para «El Apartamento by CC/magazine» aseguraste que desde que te dedicas a este negocio, el visionado de cualquier obra cinematográfica está condicionado por sus posibilidades comerciales. Es decir, que ya no eres capaz de ver una peli sin estar pensando en cuánto piden por ella, en si la podríais comprar y en si la podríamos rentabilizar. ¿Y el disfrute?
El disfrute no está en el visionado propio sino en el ajeno, llega cuando ves la cantidad de espectadores que han disfrutado con una película que has elegido/comprado/programado.
¿Qué opinas sobre los festivales de cine?
Que son uno de los prescriptores/filtros más válidos que tenemos en este tiempo de exceso de oferta y falta de referentes. San Sebastián, Sitges, InEdit, Atlàntida… son ejemplos de marcas que cierto público asocia a un cine de calidad.
“Algunos festivales tienen el poder para que algunas de las películas programadas tengan la visibilidad de la que carecería sin ellos.”
¿Qué películas del cine clásico consideras que son imperdibles?
Hay tantas que no sé por dónde empezar. Más que películas, filmografías. Me quedo con las de Huston, Stuges, Hawks, Hitchcock, Preminger, Lumet, Ray, Ford, Capra, Lubitsch, Tourneur, Siodmak, Ophuls, Clayton, Murnau, Chaplin, Lang, Dieterle, Sirk, Lean, Fisher….
En Filmin estáis apostando por la producción propia. Tras «Selftape», que nos gustó muchísimo, ¿estáis trabajando en nuevas producciones? ¿puedes adelantarnos algo?
Estamos en fase de posproducción de la serie «Terenci Moix, la fabulación infinita» que en 4 episodios resume la vida de uno de los autores más influyentes y quizás menos recordados de nuestro tiempo. Icono literario, televisivo y popular, hombre ocurrente, complejo y difícil. Creo que el trabajo que se ha hecho desde Mañana Produce (la productora) y Marta Lallana (directora) y Álvaro Augusto (guionista, autor también de la película sobre Samantha Hudson) es excepcional. La estrenaremos a mediados de septiembre.
¿Cómo ves el futuro del cine?
Veo el futuro del cine con optimismo.
Prefiero celebrar la inquietud de los espectadores que lamentar su impaciencia, brindar por las pequeñas nuevas salas de cine que abren y triunfan con la proximidad por bandera y pensar que tanto Filmin como el tipo de obras que constituyen nuestro catálogo cada vez tienen más espectadores que las quieran.
“El cine que plantea preguntas, y no el que evita que nos las planteemos, tiene mucho futuro.”
Ya disponible en vuestra librería de confianza.
Deja un comentario