Conti, Cert crean las casas donde nos gustaría vivir

Seguimos el trabajo de Conti, Cert desde hace tiempo, y la verdad es que estamos enamorados de las viviendas que diseñan.
Andrea Conti e Isa Cert son las socias y las fundadoras de este estudio de interiorismo, que destaca por su gran sensibilidad por una forma de abordar proyectos muy única. Solo hace falta enfrentarse a cualquiera de ellos para darse cuenta que entre sus habilidades está la de crear hogares acogedores, de diseño, atemporales, cálidos, armónicos y que desprenden buenas vibras.
Por ello, aquí os dejamos una muestra de algunos de los pisos que han diseñado en Barcelona. Pura inspiración.


Consell de Cent (2021)
Consell de Cent es un proyecto ubicado en pleno Eixample barcelonés. Aunque no lo parezca por las imágenes, el piso era muy oscuro, contaba con muchas divisiones, tenía 6 habitaciones y 2 baños en una superficie total de 115 m2. Sin embargo, tenía bonitos detalles como los pavimentos hidráulicos tradicionales, los marcos de puertas con molduras y los techos altos con cornisas.
Como en todos los proyectos que llevan a cabo Conti, Cert, lo primero que hicieron fue intentaron mantener la esencia del espacio, tan característica de la zona, recuperando el pavimento hidráulico. Por ello, lo sacaron, lo pulieron y lo colocaron en otra zona. También restauraron las puertas originales y recuperaron la volta catalana original, que es este techo ondulado típico de Cataluña. Asimismo, derribaron varios tabiques para generar una distribución más diáfana, y abrieron la cocina al comedor, dando paso a la luz que entra por la terraza con el fin de que iluminase el otro extremo del piso.
Los suelos de este piso están hechos con microcemento, los hay que tienen baldosa hidráulica recuperada y también moqueta de sisal, que colocaron para aportar calidez en el vestidor y la habitación principal. Todas las paredes están pintadas con pintura a la cal. En los baños utilizaron el mismo microcemento en el suelo y revestieron las paredes con la típica pieza 15×15 de la época, jugando con alguna cenefa de otro color y formato en uno de ellos y gresite en el otro.
El resultado, es una casa que se siente hogar desde el primer día.
Josep Bertrand (2019)
Esta vivienda asoma al Turó Park de Barcelona, y aunque había sido reformada anteriormente, lo cierto es que no tenía ningún encanto. Era un espacio muy oscuro, con muchas divisiones, y lamentablemente había perdido la esencia de este tipo de viviendas. Por ello, optaron por hacer una reforma integral para cambiarla radicalmente.
Tras intentar recuperar el estilo original de la vivienda: volta catalana, puertas con molduras, manetas de latón, encimeras de mármol… abrieron la cocina al comedor y al salón para conseguir una buena comunicación entre espacios.
Esta vivienda tiene un tipo de distribución muy característica en Barcelona: Por un lado da a la calle y por el otro, a un interior de manzana. La zona de día, da al parque, y tiene una superficie muy amplia de salón, comedor y chimenea que se comunica con la cocina con un cerramiento de hierro y cristal. Y la zona de noche es donde se encuentra una suite muy amplia con baño y vestidor, y dos habitaciones dobles con un baño grande.
Como en casi todas sus reformas, emplearon pocos materiales, pero nobles: madera natural, microcemento, mármol y estuco en paredes. Todo con una cromática muy neutra. Para solucionar el problema de la luz natural abrieron la cocina al comedor con un cerramiento de hierro y cristal, al igual que las puertas del recibidor y pasillo, que permite que la luz entre hasta las habitaciones.
El resultado en este caso es un interiorismo discreto, sobrio y atemporal. Y con la particularidad de que casi todo el mobiliario lo han diseñado y hecho a medida especialmente para este proyecto.
Narcís Oller (2019)
La plaza de Narcís Oller es preciosa, y por ello, este proyecto les hizo especial ilusión. En este caso, tuvieron que enfrentarse a un un piso súper compartimentado y sin una idiosincrasia clara, así que de nuevo optaron por un cambio radical.
Como hacen siempre, restauraron todo lo que pudieron con el propósito de conseguir que luciera su máximo potencial. Abrieron la cocina al salón-comedor y con ello lograron un espacio muy agradable, ya que todos los ventanales dan a la placita y entra una luz muy especial. Dejaron todo el techo visto con las bóvedas y vigas de obra originales, escogieron un parquet oscuro muy natural con cierto aire recuperado y estucaron las paredes para darle un aire bucólico a todo el piso.
Tanto la cocina como los baños tienen un carácter muy personal que definen perfectamente a los clientes. En las tres estancias usaron microcemento, mármol y madera como materiales principales. Cada una de ellas tiene un punto de color dándole un estilo muy particular.
La cocina es una combinación de muebles lacados de un granate oscuro, con la encimera de mármol de Carrara y estantes de roble natural, así como una isla de obra y con el mismo tipo de mármol.
El baño principal es de microcemento gris claro, con una pared azul oscuro y encimera de mármol carrara también. Diseñaron para la ocasión un mueble y unos estantes en madera de roble natural. El interior de la ducha de obra es de piedra de canto redondo y las griferías de latón. En el baño de los niños hicieron una bañera de obra de microcemento terracota y lo combinaron con estuco de color hueso.
En este caso, de nuevo, casi todo el mobiliario lo diseñaron y lo hicieron a medida especialmente para este proyecto.
Martí (2017)
Esta vivienda la hicieron para unos clientes que se convirtieron en amigos. Tanto, que más tarde repitieron con ellas para hacerse su casita en el campo. Este proyecto se trata de un apartamento de unos 80 m2 en el barrio de Gràcia en un edificio de los años 30.
El briefing que les pasaron fue muy claro: querían que el resultado fuera muy casero, acogedor, cálido y con muebles de obra. Así que trabajaron totalmente en equipo con los clientes. El resultado fue muy acertado y acorde con su personalidad. Y es que desde el primero momento, quisieron que el proyecto reflejara realmente el espíritu creativo de la pareja.
De origen, el piso estaba muy compartimentado, algo muy típico del barrio de Gràcia, y tenía una galería interior que daba a un patio de manzana con aseo y un balcón pequeñito. Su máxima ilusión era tener una terraza completamente abierta, así que decidieron eliminarla, crear un espacio grande para que salón, comedor y cocina se aunaran y diseñaron un cerramiento de hierro con puertas plegables para añadirla al interior. De esta manera, con el buen tiempo abren el cerramiento y parece que viven en un patio.
También diseñaron una isla de obra y muebles de obra en el salón, y pintaron la cocina de rosa y la terraza de verde, ya querían algo de color.
La distribución del dormitorio y el estudio quedó prácticamente igual. Los suelos de baldosa hidráulica son los originales, al igual que los techos de volta. En definitiva, un proyecto precioso que cuenta con la impronta Conti, Cert.
Por si esto fuera poco, recientemente han diseñado Colmado Wilmot y la cafetería del hotel Casa Bonay. ¡Enhorabuena!
(*) Fotos proyecto Consell de Cent, Josep Bertrand y Narcís Oller by Salva López; Proyecto Martí by Coke Bartrina.
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