Entrevista al diseñador David López Quincoces

Hace unos días tuvimos el placer de charlar con David López Quincoces (Madrid, 1980) con motivo de su visita a MINIM Madrid, donde estuvo hablando sobre su trayectoria y su vínculo de más de 10 años con la firma italiana Living Divani.


David se graduó en Arte en 2004 en la Universidad Complutense, y cuando descubrió su verdadera vocación realizó un máster en Diseño de Interiores en el Politécnico de Milán, ciudad en la que reside desde hace muchísimos años. Fue allí donde inició una larga colaboración con Piero Lissoni, con quien realizó proyectos de interiorismo y arquitectura que abarcaban desde showrooms, stands de ferias, casas particulares, oficinas, hoteles y resorts. Lissoni vio claramente su potencial y gran talento y le regaló la libertad de crear. Todo un regalo, como él mismo asegura.
En 2008, paralelamente a su colaboración con Lissoni, quien además le hizo socio de que ahora le ha hecho socio de Lissoni Architettura, sintió la necesidad de crear su propio estudio, Quincoces-Dragó & partners. Uno de sus primeros encargos consistió en realizar el Trussardi Café en la Piazza della Scala de Milán.
En 2013 conoció a la arquitecta sueca Fanny Bauer Grung, quien además de ser su mujer es su socia el estudio. Juntos dirigen proyectos que abarcan diferentes disciplinas, tanto diseño, interiorismo, diseño gráfico, diseño industrial o dirección creativa, y entre los muchos clientes con los que colaboran destacamos Arcis Motor & Cycle, TJ, Brera, Lema, Salvatori, Zucchetti, Oluce, ADD, Doctor Smood o Living Divani, el más longevo y con el que llevan trabajando 10 años. Su primera pieza fue el banco Track, un diseño minimalista que ya es todo un clásico y que sigue siendo un best seller. En todo este tiempo han creado muchísimas piezas como la colección Era, la librería Sailor, los sofás y sillones Greene y Agra, el taburete Nina o los muebles de jardín Kasbah.
En 2018 David López Quincoces y Fanny Bauer Grung abrieron en la Via Scaldasole de Milán la Six Gallery, una galería de diseño, donde experimentan y exponen piezas que en un principio no tienen una vocación comercial. De aquí surgió la bellísima butaca Ark, que es más bien una escultura con capacidad funcional, ya que además es muy cómoda.
La obra de David López Quincoces se caracteriza por un estilo minimalista, contundente, elegante y riguroso. Sus diseños sintetizan a la perfección la pureza de las formas y la versatilidad y belleza de los materiales nobles de máxima calidad con los que trabaja. Todas sus piezas y proyectos arquitectónicos y/o de interiorismo proyectan la misma idea: el sentimiento de lo sublime. Quincoces crea para perdurar, para ser parte de diferentes historias y para ir en contra de lo banal.
Estás considerado como uno de los nuevos referentes del diseño español. ¿Te sientes cómodo en esta etiqueta o cómo te gusta definirte?
Yo soy muy vergonzoso y no me gusta nada tirarme flores, prefiero estar calladito, hacer mis cosas y que me dejen hacerlas. Y si la gente aprecia lo que hago soy súper feliz pero mi focus no es ese. De hecho, sufro más cuando me expongo demasiado.
Yo prefiero hacer las cosas muy bien, y que luego sean otros quienes lo valoren o califiquen.
“Si tengo que definirme yo, diría que soy un proyectista.”
Me gusta hacer muchas cosas. Si me pides que diseñe un catálogo me divierto, si me pides un mueble ídem, o una arquitectura… Si me pidiesen que hiciese un reloj, me lo pasaría tan bien como si se tratase de un sofá o una casa, que son cosas que hago habitualmente. Me siento cómodo creando proyectos, independientemente de la disciplina. De hecho, creo que es cuestión de escalas. Es decir, que si funciona en una pequeña escala, funciona en una gran escala y viceversa. Puede ser más o menos complicado, y eso en parte depende del approach que le quieras dar.
Tienes tu propio estudio, Quincoces-Dragó & Partners, donde desarrolláis trabajos de arquitectura e interiorismo y diseño de producto. ¿En qué proyectos estáis trabajando en estos momentos?
En muchos. En la parte de arquitectura e interiores estamos muy contentos porque estamos haciendo 3 hoteles en Roma. El más grande tiene 130 habitaciones, los más divertidos son los más pequeñitos que son pequeños Palazzos de 40 habitaciones de 60 m2, piscina… Me permite tocar muchos elementos, es como trabajar en un micro mundo.
“Creo mucho en el respeto por lo que ha existido.”
Por otro lado tenemos un par de proyectos súper interesantes de casas particulares muy top. Una de ellas está ubicada en Casablanca, de unos clientes nuestros que son unos iluminados. Ambos tienen un background de cultura y arte impresionante y además me han dado el máximo de libertad para crear.
Y además de esto, tenemos más de 25 proyectos en marcha. Y en diseño estamos trabajando como siempre con las marcas on going. Esto es algo que hago yo solo. Y luego hay una parte de dirección artística que me divierte mucho, y que empecé a hacer hace unos 5 años para Acerbis, la histórica marca recientemente adquirida por MDF Italia, con el gran Francesco Meda. Estamos muy contentos.
Tu relación con el arte viene de tu infancia, ya que tu madre es pintora y tu padre ingeniero. ¿De qué manera han influido en tu profesión?
Me influyeron pero desde la libertad. La verdad es que yo estuve muy perdido, y estoy muy enfadado con el sistema educativo. Si pudiese volver atrás hubiese estudiado otra cosa y hubiese tenido otro recorrido. Me di cuenta a los 22 años que me gustaba esto, y me tuve que inventar una forma de hacerlo posible sin tener una base de estudios que me sostuviese. Así que decidí aprender todos los programas que me iban a permitir crear y diseñar lo que tenía en mi cabeza.
Tras hacer esos intensivos, tuve la suerte de conocer en ese momento al novio de la hermana de mi novia de aquel entonces, que era un arquitecto, que acababa de salir de la Academia de Sevilla. Este tipo era un máquina y se dedicaba a hacer concursos. Los ganaba prácticamente todos, tanto en España como fuera. Él me dio la oportunidad de empezar e hicimos un proyecto juntos. Estuvimos no sé cuanto tiempo encerrados por la mañana, tarde y noche, mano a mano haciendo, y me enganché. A partir de ahí me di cuenta que era eso lo que me gustaba y a lo que me quería dedicar. Y puse todo mi empeño en lograrlo.
Busqué un postgrado en Arquitectura e Interiores y finalmente me decanté por un máster que llevé a cabo en el Politécnico de Milán. Tengo que decir que lo exprimí al máximo, y a partir de ahí empezaron a surgir las oportunidades, como empezar a trabajar con Piero Lissoni, a quien le debo muchísimo.
“Aprendí el oficio trabajando y equivocándome.”
¿Cuáles son tus principales de inspiración?
Todo. Soy una persona muy curiosa, que siempre está observando, captando ideas… Me interesan muchas cosas y soy muy esponja.
Por cierto, ¿qué puedes contarnos sobre su colaboración con Living Divani tras 10 años colaborando juntos? ¿Cuáles han sido las últimas creaciones que has realizado para ellos?
Y ojalá que sean 10 años más. La verdad es que ha pasado volando. Estoy encantado de trabajar con ellos. Es una empresa familiar con la que da gusto trabajar. Hay un gran entendimiento, respeto y una confianza recíproca. Cuando trabajo con ellos, trabajo en familia. Además, tienen un know-how brutal. Mis mejores creaciones siempre se las muestro a ellos antes que nadie. Me siento muy agradecido.
La butaca Ark ha sido de las últimas piezas que he creado para ellos. Que en realidad fue una silla que hice yo para mi galería, que es como un playground mío. Ellos la vieron y la quisieron, pero yo no quise en un primer momento. Sin embargo, el año pasado yo estaba un poco quemado por esta inercia de crear con prisas que define este momento de la vida, y ellos me lo propusieron de nuevo, y accedí.
De cara al Salone del año que viene estamos trabajando en un sofá sistémico, modular, un poco inspirado en el modelo Kasbah pero para interior. La idea es que sea una especie de componible suspendido.
Sobre Living Divani
Living Divani es una empresa italiana de mobiliario fundada en 1969 fruto de la intuición de Renata Pozzoli y Luigi Bestetti. Se caracteriza por su estilo de lujo silencioso, con colecciones de proporciones prefectas y armoniosas, así como por sus selectos tapizados de altísima calidad.
Ubicada en Brianza, en pleno epicentro de la tradición de mobiliario italiano, la compañía siempre ha mantenido un intenso diálogo con el mundo del diseño contemporáneo, convirtiéndose en uno de los grandes referentes del sector. Su estratégica alianza con Piero Lissoni, quien desde 1988 lidera el estilo único de la firma en su doble rol de director de arte y diseñador, le ha permitido expresar un lenguaje distintivo, discreto y neutro, de la mejor forma posible.
Carola Bestetti, la segunda generación, se incorporó a la compañía con el objetivo de perpetuar la tradición de Living Divani con pleno entusiasmo, aportando un nuevo soplo de feminidad y sensibilidad estética.
Sobre MINIM
MINIM nació en 2002 con el objetivo de ofrecer a la ciudad de Barcelona la mejor selección en mobiliario e iluminación de diseño contemporáneo. Veinte años después se ha convertido en un referente en nuestro país, con tiendas en la Vía Augusta de Barcelona y en el Paseo de la Castellana de Madrid.
Además de distribuir firmas de gran prestigio, como Living Divani, B&B Italia, Minotti, bulthaup, Cassina, Paola Lenti, Davide Groppi, Flos o Louis Poulsen, cuenta con un equipo de interioristas experto en el desarrollo de proyectos, tanto domésticos, como contract. Ejemplo de ello es su participación en obras tan emblemáticas como la Casa Burés de Barcelona, el Mandarin Oriental Residences Barcelona, el Hotel Antiga Casa Buenavista o el Instituto Clavel de Madrid.
(*) Fotos proporcionadas por MINIM.
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