Se cumplen 50 años de la construcción de la Muralla Roja de Ricardo Bofill

Este año se cumplen 50 años de la finalización de la Muralla Roja, la icónica obra del gran arquitecto Ricardo Bofill, fallecido el año pasado.

Un edificio de viviendas en la urbanización La Manzanera (Calpe, Alicante)

En el contexto de La Manzanera, este emblemático e instagrameable edificio es como una fortaleza que marca una silueta vertical siguiendo las curvas de nivel del acantilado rocoso junto al que se encuentra. Este proyecto fue aprobado en 1968 finalizando su construcción en 1973, hace ya 50 años.

“Encarna una clara referencia a la arquitectura popular del Mediterráneo árabe, en particular a las torres de adobe del norte de África.”

Dentro del laberinto

El propósito de Ricardo Bofill Taller de Arquitectura (RBTA) fue romper la división posrenacentista entre espacios públicos y privados reinterpretando la tradición mediterránea de la Kasbah. De ahí, que este laberinto, inspirado en la famosa ilustración de Escher, responda a una precisa planta geométrica basada en la tipología de cruz griega con brazos de 5 metros de longitud, agrupados de diferente forma, con torres de servicios (cocinas y baños) en su punto de intersección. La base geométrica del trazado supone también una aproximación a las teorías del constructivismo, y hace de La Muralla Roja una evocación muy clara de éstas.

“Por la geometría de cruces se generan recorridos laberínticos. Y de ahí nacen una serie de patios comunicados entre sí, que dan acceso a las viviendas.”

Estética constructivista y colores vibrantes

Las formas del edificio, que como os avanzábamos evocan una estética constructivista, crean un conjunto de patios interconectados que dan acceso a los 50 apartamentos, que incluyen estudios de 60 m2 y apartamentos de dos y tres dormitorios de 80 y 120 m2, respectivamente. En las azoteas hay solariums, una piscina y una sauna para uso de los residentes.

“Sus formas son una aproximación a las teorías de constructivismo, y hace de La Muralla Roja una clara evocación de estas.”

El criterio de aplicar al edificio una gama de varios colores responde a la intención de dar un relieve determinado a los distintos elementos arquitectónicos, según sus funciones estructurales.

Por otro lado, las superficies exteriores están pintadas en varios tonos de rojo, para acentuar el contraste con el paisaje.

Los patios y las escaleras, en cambio, son zonas tratadas con tonos azules, como celeste, añil, violeta, para producir un contrapunto más fuerte o más débil con el cielo o, por el contrario, un efecto óptico de mimetización con él.

La intensidad de los colores también está relacionada con la luz y muestra cómo la combinación de estos elementos puede ayudar a crear una mayor ilusión de espacio.

Geometría vs fortaleza

“La Muralla Roja parece un recinto fortificado que emerge desde las rocas del acantilado donde se encuentra.”

Uno de los aspectos más interesantes de este proyecto se extiende a la geometría basada en la cruz griega, agrupándose de diversas maneras, dejando los volúmenes de servicio en la intersección. Esta composición genera una innovadora y compleja división de departamentos.

La Muralla Roja sigue despertando pasiones casi medio siglo después

Este edificio singular es una de las joyas de la corona de este talentoso arquitecto, y es tan popular que es una de las obras arquitectónicas más fotografiadas y compartidas en Instagram. De hecho, en 2019 se prohibió el acceso debido a la gran afluencia de turistas, que obsesionados con hacerse fotos en él, empezaron a incomodar a sus habitantes.

Sin embargo, si estáis interesados en verlo de cerca, la forma de acceder es alquilando uno de sus apartamentos que está disponible en Airbnb. Suele tener mucha demanda, pero si lográis reservarlo podréis disfrutar también de su espectacular piscina comunitaria.

“Un arquitecto no es Dios, aun cuando Dios, a veces, tome prestado de él metafóricamente su arte.” Ricardo Bofill

(*) Fotos by Salva López.


 BACK


 BACK TO TOP


Deja un comentario