Número Dos: la novela de Foenkinos que reflexiona sobre el éxito y el fracaso

«Número dos» es tan adictivo, que lo leímos en un solo día. David Foenkinos tiene una habilidad excepcional para contar historias que no solo son interesantes sino que nos aportan en lo personal, y todo ello usando una narrativa directa pero excelsa y con un ritmo apasionante.

Ya os advertimos que de manera irremediable os dejaréis sucumbir por esta gran novela repleta de aprendizajes, y donde el éxito y el fracaso se muestran como lo que son: las dos caras de una misma moneda.

Segundo premio

Siempre oímos y celebramos los primeros premios, el éxito de único ganador, the one&only, pero… ¿alguna vez os habéis parado a pensar en el que se queda a las puertas de saborear las mieles de la victoria? o, incluso, ¿habéis sido esa persona que roza con los dedos el triunfo, la fama, pero que al quedarse en penúltima posición no es laureada, metafóricamente hablando?

Pues este es el punto de partida de este interesantísimo libro de Foenkinos, en el que narra la historia de Martin Hill, el actor que quedó en segundo lugar para interpretar a Harry Potter.

222 páginas de lucidez máxima

Y es que como os advertíamos, «Número dos» encierra mucha sabiduría, sobre todo en estos tiempos en los que debido a las redes sociales nuestra concepción de lo que es éxito y fracaso queda casi relegado a una sola fórmula: ser famoso, tener seguidores y aparentar felicidad.

Uno no fracasa en la vida, sino que vuelve empezar…

Sin embargo, la novela justamente explora esa idea que nos han inoculado sobre lo que significa e implica «fracasar» o, por el contrario «triunfar». Y recordaréis algo que en cierta manera ya sabemos pero es bueno que nos recuerden que «no es oro todo lo que reluce» y que todo es relativo. Esto último lo descubriréis al final del libro y también algunas de las historias que intercala como la de David Holmes, el joven atleta que hizo de doble de Daniel Radcliffe (Harry Potter)en las escenas de acción y que en una caída quedó tetrapléjico de por vida o la historia de Steve Jobs, al que echaron de su propia compañía, pero que sin embargo luego volvió y logró verdaderos hitos.

La importancia de nuestra propio Storytelling

Porque aunque a Martin Hill le arrebataron con tan solo 11 años la promesa de una aventura maravillosa, lo cierto es que la vida implica elegir y que te elijan, y no ser elegido el número uno no significa que seamos unos fracasados o que nuestro destino ya esté abocado a una línea descendente…

Foenkinos hace hincapié en el trauma que las expectativas y las grandes esperanzas provocan en un niño que todavía no tiene recursos internos para gestionar esa frustración y esa sensación de no ser válido por haber sido descartado. Su discurso es demoledor y él mismo pierda la poca confianza que tenía en sí mismo, autolimitándose y excluyéndose de cualquier cosa, circunstancia o persona que pueda aportarle algo bueno. Porque sentir que uno no lo merece, es de las mayores lacras para evitar salir del hoyo en lugar de darnos otra oportunidad.

Nuestra valía no depende de algo externo y ni siquiera de los logros personales, sino de nosotros mismos.

¿Por qué él y no yo?

Compararse puede parecer un motor para mejorar, pero normalmente es la principal causa de la frustración y una señal inequívoca de inseguridad y de baja autoestima. Por ello, es fundamental centrarnos en nosotros mismos y tener claro que ninguna persona necesita demostrar nada a nadie.

Sin embargo, aunque sobre el papel esta máxima es una evidencia, hay cierta inercia a hacer justo lo contrario y a creer que si nos validan los demás, somos mejores, a pesar de que lo que obtenemos al final es una satisfacción vacía y falseada.

Y esto es justo lo que le pasa a Martin Hill, el protagonista de la novela. Un niño cuyo amor propio está muy dañado y que, por ende, no se cree merecedor de aprecio, respeto y valoración, sobre todo al quedarse como el número dos de Harry Potter. Una sensación y una creencia que le persiguen a lo largo de toda su vida…

Durante mucho tiempo, Martín había pensado que sufría por culpa de la victoria del Otro, pero era su propia derrota lo que lo obsesionaba.

Las ventajas de ser el segundo

Y como todo en la vida, estar en un lado u otro de la historia tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Ser el actor que interpreta a Harry Potter implica fama, dinero y un sin fin de aventuras, pero también implica excesos de todo tipo, pérdida de tu identidad al ser fagotizado por el personaje y de anonimato, etiquetas de las que no te podrás desprender en la vida, etc… Y no haber sido elegido para interpretar a Harry Potter, siendo un niño – volvemos a insistir en este punto, porque es importante – es duro, frustrante y sobre todo es algo que no bien gestionado, como es el caso de Martin Hill, puede convertirse casi en un mal de ojo. Sobre todo si uno se queda anclado en ese pasaje durante toda su vida, es incapaz de aceptar su designio y pone su foco en imaginar y ensalzar la increíble vida que debe tener esa otra persona, que por «ese algo extra» logra el papel protagonista que tanto ansiaba.

La moraleja…

Hay una frase al final de este libro que dice:

Es raro que uno tenga acceso a su destino opuesto; nuestro camino único no brinda el menor acceso a los senderos que no tomamos.

Y lo cierto es que estaría genial poder ver que hubiese sido de nosotros si hubiésemos tomado otras decisiones – como el anuncio de «Mis otros yo» que protagoniza Ernesto Alterio para Banco Mediolanum, donde se puede ver como se enfrenta a esos «otros yo» que pudieron haber existido si hubiese decidido de manera diferente -. Sobre todo para, como sucede en el desenlace de «Número Dos», que permite una reconciliación con los deseos idealizados…

No os avanzamos nada más, pero os recomendamos muchísimo su lectura.

(*) Portada de David de las Heras. Editorial Alfaguara.


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