
Una charla con la arquitecta y artista de 3D Alba de la Fuente
Alba de la Fuente (Madrid, 1994) es una arquitecta y artista visual, especializada en 3D, que en su breve trayectoria profesional ya se ha convertido en un exponente destacado en la conceptualización y visualización de la arquitectura imaginaria.
Sus imágenes oníricas, pero no por ello potencialmente reales, la han convertido en una artista muy demandada que puede presumir de haber colaborado con grandes como Bofill, Tom Dixon, Charlotte Taylor o Andrés Reisinger, entre otros.
Alba de la Fuente tiene muy claros sus objetivos, pero no tiene prisa. Sabe que llegará a lograrlo y por ello quiere disfrutar del camino, haciendo lo que más le gusta, trabajando duro y nutriéndose de otros artistas, arquitectos y profesionales.
¿Qué querías ser de mayor cuando eras pequeña?
Desde muy pequeña siempre fui muy creativa, quería ser pintora. Y realmente me duró mucho esta idea, pero terminé estudiando arquitectura.
“Desde que empecé la carrera, mi aproximación a la arquitectura siempre ha sido bastante artística.”
Estudiaste arquitectura, pero luego te interesaste por el 3D. ¿Cómo recuerdas aquello? ¿Cuándo tuvisteis claro que querías dedicarte profesionalmente al 3D?
Desde que estaba en la universidad, mi forma de proyectar ha sido siempre desde un enfoque prácticamente visual. Me nace de forma natural pensar y desarrollar mis proyectos y los espacios de forma visual.
No significa que en mi proceso de proyecto no haga uso plantas, secciones o maquetas. Pero en mi caso, la planta es un reflejo de la imagen que tengo en mente, y no la imagen un reflejo de la planta.
Cuando empecé a trabajar y me impusieron otras formas de proyectar, comprendí que para mí era realmente valioso este enfoque visual a la hora de proyectar. Por ese motivo, opté por enfocarme en mejorar mis habilidades gráficas y estudiar 3D.
A pesar de llevar tan solo 3 años trabajando, has despuntado muy pronto y de hecho has colaborado con grandes como Ricardo Bofill, Andrés Reisinger, Sabine Marcelis o Charlotte Taylor. ¿Cómo has vivido todas estas experiencias con profesionales tan excelentes?
Para mí ha sido un privilegio poder trabajar con arquitectos y artistas a los que admiro.
“Uno de los aspectos que más valoro de mi trabajo ahora mismo es la posibilidad de trabajar y aprender de otros artistas y arquitectos.”
Formas parte de una nueva generación de arquitectos que se han especializado en la conceptualización y visualización de la arquitectura imaginaria y de hecho eres ya todo un referente en el mundo de CGI (imágenes generadas por ordenador). ¿Pensaste alguna vez que te posicionarías de esta manera?
No, yo realmente quería utilizar el 3D para mostrar al mundo mi arquitectura e ideas. Y esto fue clave para mi crecimiento y me permitió centrarme en proyectos que me hiciesen crecer a mí personalmente y a mi arquitectura. Según iba mostrando mi trabajo y definiendo más mi arquitectura, el carácter del trabajo que me llegaba estaba cada vez más ligado a lo que yo estaba tratando de transmitir con mis proyectos personales.
“Me encantaría poder llevar algunos de mis proyectos a la realidad, creo que tanto el 3D como la realidad se pueden aportar mucho entre sí.”
Has asegurado que el trabajo en 3D no consiste solamente en dominar las herramientas sino que hay otros aspectos vitales como la dirección de arte, esencial para lograr una composición atractiva, y saber transmitir con las imágenes. ¿Cuáles son para ti tus principales retos a la hora de abordar un proyecto?
Ahora mismo hay un abanico enorme de programas y herramientas para poder mostrar tu trabajo, pero para mí el contenido es lo más importante, el cómo hacerlo da igual, porque te acostumbras a todo. Es una diferencia generacional, no es ni mejor ni peor, sino distinto.
Aunque es verdad que va cambiando mucho la mentalidad de una herramienta a otra.
“A partir del 3D es posible desdibujar los límites de la realidad, permitiéndote experimentar con la arquitectura.”
El resultado es proyectos que se desarrollan a partir de conceptos con menos limitaciones y creo que este nivel de experimentación es muy interesante para la arquitectura.
La tecnología está evolucionando constantemente. Es fundamental intentar siempre llegar a más e ir evolucionando tú con ellos.
¿Cuáles son tus principales referentes e influencias artísticas y no artísticas?
“Una de mis referencias principales es la sencillez de la arquitectura modernista.”
Así como varios artistas contemporáneos que trabajan con el espacio y la luz, como el artista danés Olafur Eliasson y los artistas de la luz estadounidenses Keith Sonnier y James Turrell, se encuentran entre las fuentes de inspiración.
También estoy influenciada por los entornos naturales, la exploración de la arquitectura centrándome en la forma de entender la luz y las formas.
Six N. Five y Andrés Resinger son referentes en esta materia. Y de hecho con Resinger has colaborado profesionalmente muchísimo. ¿Qué puedes contarnos al respecto?
Ambos estudios son grandes referentes para mí, fueron de los primeros estudios que consiguieron que sus diseños en 3D tuvieran un valor propio, mientras en ese momento en arquitectura se utilizaba el 3D solo como herramienta de representación.
Profesionalmente, trabajar con Andrés ha sido muy positivo para mí. Hemos trabajado en proyectos cuya finalidad era más artística y de investigación, que nos han permitido crecer mucho a los dos y a nuestro trabajo conjunto en una dirección muy interesante.
Ahora que la IA ya está aquí, ¿la usas en tu proceso de trabajo?
Depende de cada proyecto, me parece una herramienta muy muy interesante.
En mi caso, el proceso de proyecto que sigo es el mismo que utilizaría para hacer un proyecto de arquitectura tradicional.
“Busco el concepto adecuado en cada proyecto, me interesa la forma de transmitir y la forma de entender a través de la luz.”
La IA la he utilizado en algún proyecto para cruzar ideas rápidamente en una primera etapa, algo parecido a generar tus propias referencias.
¿Cuál es tu experiencia con los NFT’s? ¿Qué puedes contarnos de tu colección Heliophilia?
En la escena del arte, los NFT han tenido mucha repercusión, pero con la arquitectura es más complejo, en comparación con la arquitectura tradicional, existe la desventaja de no poder interactuar físicamente con el espacio. Por ello, me resultó muy interesante profundizar en los NFT desde la arquitectura.
Por ejemplo, en «Heliophilia» (proyecto personal) y «The Orb» (en colaboración con Tom Dixon), quería generar arte digital con arquitectura, una arquitectura que agregara valor digitalmente, por eso decidí que se debían proyectar desde el punto de vista de instalación artística.
“Me parece muy interesante esta forma de disfrutar de la arquitectura, desde un punto más contemplativo e inspiracional.”
¿Sigues llevando a cabo proyectos de arquitectura tradicional?
Actualmente se nos está empezando a dar la oportunidad de construir estos proyectos digitales. Creo que va a ser muy interesante ver la traducción que se hace para construirlos en la realidad.
¿En qué estás trabajando en estos momentos y qué proyectos de futuro puedes avanzarnos?
Estoy trabajando en proyectos muy variados ahora mismo. Algunos son totalmente digitales, otros relacionados con los NFT y como te comenté antes, otros con vistas a ser construidos en la realidad.
¿Qué papel ocupan las redes sociales en tu vida profesional?
La visibilidad de mi trabajo es clave para mí, y herramientas como las redes sociales me están dando la visibilidad y el alcance que necesito.
Personalmente, me veo reflejada con la dinámica de interacción y difusión que ofrecen las redes sociales. La arquitectura que estoy haciendo ahora mismo es en parte experimental y de investigación, y me parece que tiene mucho sentido abrir mis proyectos al público.
Un sueño
Crear mi propio estudio, pero no tengo prisa. Estoy intentando disfrutar del camino y quiero aprovechar todas las oportunidades que se me presentan.
Podéis seguirla en instagram: @albadlfuente_
(*) Imagen portada y foto 11: «The Row» by Alba de la Fuente y Andrés Reisinger; Foto 1 y 9: «TheOrb» by Alba de la Fuente y Tom Dixon; Foto 2 y 3: «Temple narratives» by Alba de la Fuente; Foto 4 y 6: The Residency in Joshua Tree by Alba de la Fuente y CharlotteTaylor; Foto 5: «Heliophilia» by Alba de la Fuente; Foto 7: Lake Vattern House by Alba de la Fuente y Andrés Reisinger; Foto 8 y 10: Winter house by Alba de la Fuente y Andrés Reisinger.
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