
El nuevo Café Barbieri by Mayice Studio
Dirección: C/ Ave María, 45 (Madrid)
Este año se celebra el centenario del icónico Café Barbieri, una joya de principios del siglo XX, cuya historia está vinculada al Teatro Barbieri y a la Zarzuela. Un lugar fundado en 1902 y que ha sido testigo de la vida madrileña, así como de grandes historias, música y anécdotas, ya que fue un lugar de encuentro de artistas, escritores, músicos, y hasta del rey Alfonso XIII.
Como muchos otros, tuvo que cerrar por la pandemia, y ahora vuelve a abrir sus puertas y a recuperar su esplendor gracias al precioso proyecto que ha llevado a cabo Mayice Studio, fundado por Imanol Calderón y Marta Alonso.
“Los nuevos propietarios preguntaron a varias personas por un equipo especializado en iluminación, y Marisa Santamaría nos recomendó por nuestra sensibilidad con la luz.”
Ubicado en la plaza de Lavapiés, este local mítico mantiene su esencia – desde sus molduras originales, las columnas de hierro, el suelo ajedrezado, las mesas de mármol y hierro, y los tapizados en terciopelo rojo -, a pesar del excelente trabajo que han llevado a cabo tanto de restauración de los muebles como de la zona de techos, con el propósito de iluminar las molduras y ensalzar la barra del bar.
“La idea principal consistió en viajar en el tiempo con la iluminación y los colores.”
Apliques y lámparas exclusivas para este café con tanta historia
Aunque han mantenido los apliques de las paredes en escayola originales en forma de concha, han diseñado en exclusiva una fuente de luz que hace que los reflejos salgan en forma de rayos siguiendo la geometría del aplique de concha.
Al mismo tiempo, los puntos de luz de cada espejo, van acompañados de una pieza de latón en forma de abanico, con geometría como las conchas de las paredes. Todas estas piezas de latón se han fabricado de forma artesanal en Madrid.
Como podréis comprobar, toda la iluminación tiene tonos dorados y luz tenue, que recuerda a las luces de las velas de principios del siglo veinte.
Mobiliario original restaurado, una paletta de colores muy particular y otros detalles
En cuanto a la paletta de colores elegida, lo cierto es que han logrado una combinación muy acertada. La sala principal, de espejos centenarios, está pintada en tonos arenas, excepto los pilares, la barra y detalles puntuales en gris elefante. Y la pequeña sala de transición, donde está el reloj centenario al que hay que dar cuerda todos los días, está pintada en color gris claro. El techo de esta sala tiene piezas de vidrio soplado donde antiguamente pasaba la luz del sol y dejaba iluminada esta zona con luz natural cómo si de un patio central interior se tratara. En el pasado, se tapó, por temas de ruidos, pero los nuevos propietarios están trabajando para volver a su imagen original. Para ello, se restaurarán estas piezas de vidrio y se usarán soluciones de vidrio acústico que permitan la entrada de luz natural, sin molestar a los vecinos.
La sala secundaria alargada se ha pintado en color coral y las luces de las paredes se han diseñado en exclusiva para dibujar reflejos de luz en estas paredes y ampliar el espacio. La zona de escalera que llega a los baños está pintada en azul petróleo y el interior de los baños se pintó de color carmín.
“Siempre decimos que la luz es color y el color es luz.”
“Sus característicos sofás de terciopelo rojo se han restaurado, así como el resto de mobiliario que recuperado su textura original de pino melis.”
En lo que respecta al techo, se ha realizado de forma artesanal en material espejo dorado. Y aunque se planteó que hubiese una sorpresa antes de acceder a los baños, al final optaron por colocar un neón flexible con formas orgánicas, que se entrelaza y no tiene ni principio ni fin.
“Un espacio bien iluminado puede ser un gran porcentaje del bienestar, de la emoción y del éxito de la propuesta, y para poder acertar siempre se tienen que estudiar juntos, luz, color y textura.”
Sin más, solo podemos concluir este artículo felicitado a Mayice Studio por el gran trabajo que han realizado en este hotspot legendario de Madrid. No solo han logrado devolverle su solera y brillo sino que le han dado una bellísima segunda vida, que promete seguir al pie del cañón por muchos años más.
(*) Fotos: Pablo Gómez Ogando.
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