Casa Lurgorri, un acogedor alojamiento rural para disfrutar del presente

Casa Lurgorri, que significa tierra roja en euskera, es un pequeño alojamiento rural ubicado en Navaridas, un pintoresco pueblo encaramado en lo alto de una colina y rodeado de interminables campos de viñedos en el corazón de la Rioja Alavesa. El proyecto es obra de Hiriko Estudio que ha habilitado la propiedad como alojamiento rural.

Tal y como nos comentan, la vivienda preexistente estaba formada por una edificación principal, situada en el centro de la parcela, con una distribución interior muy fragmentada, y 2 pequeñas edificaciones auxiliares, situadas a lo largo del lindero norte. Todas ellas de escasa calidad constructiva, con una envolvente térmica y unas instalaciones poco eficientes y sin cualidades arquitectónicas relevantes. Además, la vivienda se elevaba, respecto al nivel del jardín, y únicamente contaba con una puerta de acceso, renunciando a la relación con el espacio exterior. Al mismo tiempo, el muro de cierre de la parcela, coronado por una potente valla, negaba la relación visual con el paisaje. Por último, el espacio exterior estaba dominado por multitud de árboles frutales que lo constreñían, condicionando su uso.

“El proyecto de rehabilitación consistió en ampliar y redistribuir el interior de la vivienda, para generar una planta más abierta.”

Para ello se unificaron las edificaciones preexistentes mediante un volumen que acoge el comedor y articula la circulación interior. De esta manera, se generó un espacio principal de estar-cocina y se habilitaron 4 dormitorios, todos ellos con baño en suite. Para los acabados interiores, se seleccionaron materiales sencillos y honestos, que, al mismo tiempo, aportan carácter, priorizando los de producción sostenible.

Así, en los suelos se aplicó un revestimiento de terrazo continuo, ejecutado con áridos reciclados. En las paredes se aplicó un mortero de cal y los techos se pintaron con pintura al silicato, evitando la presencia de componentes químicos. La presencia de madera en las carpinterías exteriores, las puertas y buena parte de los elementos de mobiliario, aportó calidez sin alterar la armonía del conjunto.

“La decoración de Casa Lurgorri destaca por sus acabados sobrios, su mobiliario de diseño y por la sostenibilidad de los materiales.”

Para el mobiliario interior, se seleccionaron piezas de líneas sencillas, combinadas con una materialidad propia del entorno rural como la cocina de madera de roble recuperada de Hauka, los sofás de cuero de Muuto o las luminarias de Contain y Santa & Cole. En los cuartos de baño, destacan la calidez que aportan las encimeras de terrazo, hechas a medida por Huguet Mallorca, el diseño de las griferías de Icónico y las luminarias de Contain.

“El espacio exterior es la piedra angular del proyecto.”

Así, se potenció la relación entre el interior y el exterior, sustituyendo las ventanas preexistentes por puertas y generando un itinerario perimetral, al nivel del interior de la vivienda, pavimentado con adoquines de ladrillo que evocan los tonos rojizos de la tierra de los viñedos de Rioja Alavesa, que dan nombre al alojamiento.

La terraza principal, situada junto a la sala de estar y la cocina, está dotada de una pérgola en la que resguardarse del sol los días más calurosos del verano; cuenta con cocina exterior, dotada de barbacoa, junto a las pequeñas terrazas de cada uno de los dormitorios, y con una amplia terraza común situada junto a la piscina de agua salada.

Con el objetivo de generar una relación más amable con el entorno, sustituyeron la valla del cierre de parcela por una más ligera. En el lindero orientado a los viñedos contiguos, el cierre se reduce a la mínima expresión, prescindiendo del muro que forma la base, convirtiendo así la valla en barandilla, generando un gran balcón que potencia la relación visual con el paisaje.

“Con el fin de reducir el consumo de agua, se prescindió de la utilización de plantas con necesidades elevadas de riego y mantenimiento.”

En este sentido, han apostado por un diseño con un esquema definido por terrazas pavimentadas, destinadas a diferentes usos, y parterres con función puramente ornamental, que acogen algunos de los árboles frutales preexistentes y especies de muy bajo consumo de agua, como vivaces, lavandas o plantas aromáticas. La selección de la vegetación se ha realizado en colaboración con el estudio de paisajismo Local 4, y la instalación es de Kasaku Jardindería.

Un objetivo innegociable del proyecto era conseguir los niveles más altos de confort, garantizando, al mismo tiempo, la sostenibilidad medioambiental.

Por un lado, han utilizado materiales producidos de forma responsable y, por otro lado, fuentes de energía renovables.

En cuanto a la intervención en las fachadas, se prescindió de revestimientos y elementos ornamentales degradantes, aflorando las texturas de los materiales que componen los muros de fachada y se aplicó un acabado de corcho proyectado en tonos tierra, propios de la arquitectura local.

Con el fin de reducir al máximo el consumo de energía primaria no renovable, incorporaron aislamiento térmico en fachadas y cubiertas y sustituyeron las ventanas preexistentes por carpinterías de madera de alerce siberiano con vidrio triple.

Por otro lado, se instaló un sistema de generación de calefacción y agua caliente mediante geotermia. Para ello, se realizó un sondeo a más de 100 m de profundidad, en el jardín de la vivienda, que en invierno capta el calor interno de la tierra, emitiéndolo a través del suelo radiante de la vivienda. Durante los meses de verano, el ciclo se invierte, permitiendo refrescar la vivienda, con un consumo prácticamente nulo y evitando la sequedad del ambiente, propia de los sistemas de aire acondicionado. Este sistema se complementa con las placas fotovoltaicas instaladas en la cubierta para autoabastecerse de electricidad.

“Para minimizar el impacto medioambiental de la piscina, se instaló un sistema de tratamiento de agua por electrólisis salina.”

De esta forma, se prescinde del uso de productos como el cloro, altamente contaminante y muy agresivo con la piel de los usuarios. Además, permite mantener limpia el agua de la piscina a lo largo de todo el año, sin necesidad de vaciarla periódicamente, evitando malgastar un bien tan escaso. Para el vaso de la piscina se ha utilizado chukum, un revestimiento continuo, basado en antiguas técnicas mayas, que utiliza la resina del árbol del mismo nombre.

Información práctica:

Casa Lurgorri se alquila únicamente en su totalidad. En temporada baja el mínimo de noches es de dos, en el mes de julio de tres y en agosto, 5. La casa ofrece servicios de lavandería, de desayuno y catering, cata de vinos, yoga, masajes y alquiler de bicicletas, entre otros.

Tarifa: 300 € en temporada baja / 400 € en temporada alta.

(*) Fotos de Biderbost @biderbost_photo e Inma Fiuza @inmafiuza (foto 2, 3 y 9 del carrousel, y las que acompañan al texto).


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