Ela Fidalgo, la artista que rinde homenaje al cuerpo humano imperfecto y diverso

Ela Fidalgo (Palma de Mallorca, 1993) ha desarrollado su técnica utilizando bordados, acrílicos, telas, óleos y ceras. Su trabajo incluye pintura, escultura e instalación. En sus pinturas, Fidalgo da forma a emociones que se manifiestan desde su universo lleno de interrogantes sobre el comportamiento humano, más allá de los dominios de la cotidianidad y el pensamiento. Toda la producción de la artista está fuertemente ligada a su etapa en la moda que aplica en su obra bordando.
Desde 2016 está centrada en su carrera artística, y ya ha realizado tres exposiciones individuales. Actualmente, gracias a su nueva alianza con La Bibi Gallery, Fidalgo está desarrollando proyectos artísticos impresionantes y muy inspiradores, y en la próxima edición de UVNT Art Fair, de la que somos Media Partners, tendremos la oportunidad de disfrutar de parte de ellos.
Hace unos días charlamos con ella y esto fue lo que nos contó. Pasen y lean.


¿Qué querías ser de mayor cuando eras pequeña?
Lo cierto es que, en un principio, creo que como todos los niños soñaba con dedicarme a oficios que no existían. Soy hija única, por lo que de pequeña siempre hablaba sola y jugaba con todo mi imaginario. Recuerdo que me encantaba jugar a ser taquillera de cine. No sé por qué pero me encantaba dar tickets y hablar de «las películas». En realidad siempre me encantó contar algo, historias y aventuras.
También tuve una época donde me hubiera gustado ser escritora. Es más, tengo un diario guardado de una novela que escribí cuando tenía quince años.
“Desde pequeña me encantaba vestirme y crear personajes a través de mi ropa.”
Después quise ser directora de vestuarios de cine, luego pasé a ser estilista, y como se me daba muy bien recrear escenarios, como bodegones e imágenes en los shootings, entonces dije que lo mío era ser directora de arte. Más tarde, cuando entré a estudiar Bachiller Artístico, gracias a mi profesor de volumen pensé que me encantaba la escultura y la pintura, pero que sería algo inalcanzable para mí. Así que me quedé con Diseño de moda, y eso fue lo que estudié, pensando en ser Directora creativa.
Mezclas la costura y el bordado con la pintura y el dibujo. ¿Cuándo y de qué manera llegaste a este particular estilo?
No sé, creo que las cosas han sucedido de manera bastante casual, siempre me he sentido como que no tenía el «derecho a dedicarme al arte». Para ese entonces era un sentimiento bastante romántico. Siempre he dibujado y pintado bastante pero tampoco es que sepa cómo se utilizan las técnicas o los materiales, así que comencé a pintar y los resultados me parecían como planos y la única herramienta que conocía y controlaba porque la había utilizado en moda era el hilo y la tela, por lo que me pareció bastante natural.
Soy consciente que hay muchos artistas trabajando de esa manera y con estas mismas técnicas a su forma. Y es que al final las ideas están en el aire y de alguna manera nos influimos de lo que vemos y de nuestro entorno. A veces tengo la sensación de querer involucrar más la tela y el hilo que es como mi herramienta y mi modus operandi, otras pienso en utilizar la pintura, que es como un reto para mí, como intentar dominar de alguna manera cuando sale todo lo contrario.
¿Cuáles fueron tus primeras experiencias con el mundo del arte?
La verdad es que bastante diferente a lo que estoy viviendo en mi último año. Hace 5 años atrás estaba en una «jaula dorada» y realmente no estaba en un sistema de arte, nunca había hecho exposiciones colectivas, ferias o residencias. Pintaba mucho y exponía, pero en otra galería.
“Ahora me siento muy libre y estoy descubriendo mi proceso creativo y mi camino.”
Es decir, estoy descubriendo hacia donde me quiero dirigir, de qué manera y lo que no me gusta o no quiero relacionarlo ni con mi obra ni con mi persona. Estoy aceptando mi perfil como transversal, y mi galería actual, La Bibi, me da la oportunidad de ser yo misma y hacer tanto la obra como las acciones que quiera. Me siento muy afortunada.
En cuanto al mundo de la moda, parece y es al mismo tiempo fascinante, pero tiene una sombra oscura en la que en muchas ocasiones puedes perderte y te puede comer. El mundo del arte también es así, creo que casi todos los sistemas donde está vinculada la creatividad o la exposición a un público lo es.
“El ego es lo que define nuestras decisiones. Y al igual que en moda, el arte tiene un circuito muy definido y difícil de entrar.”
¿Cuándo tuviste claro que querías centrarte en tu faceta artística, en la que el elemento textil sigue siendo central?
Creo que a día de hoy voy haciendo en función de mi instinto, y de momento me habla y me ayuda a definir bien mi camino.
“El arte me da la libertad que no me daba la moda por tener que hacer colecciones.”
Me encanta pasar horas en el estudio, estoy prácticamente siempre metida ahí, ya sea pintando, bocetando, cosiendo o leyendo.
También me gusta cómo me siento dentro de ese espacio, donde puedo hacer obras en vez de hacer diseños que sean viables y que tengan funcionalidad, tal y como me pasaba en moda. Además siento que es un reto y eso me estimula. Para mí eso ya es algo muy importante.
¿Cómo definirías tu estilo?
Ante esta pregunta me doy cuenta que supone esta cuestión, ya que no me gusta definirme ni declarar algo y dejar como una denominación sobre algo, porque me parece encerrar un aluvión de posibilidades, por lo que tal vez mi estilo esté en constante búsqueda.
Sabemos que tu abuela materna, una excepcional bordadora de mantones de Manila, es una de tus principales influencias. ¿Qué puedes contarnos sobre ella y de qué manera ha auspiciado tu arte? ¿Qué otros referentes e influencias artísticas y no artísticas han calado y calan en tu imaginario?
De mi abuela tengo hasta el apellido. Fue y es alguien fundamental en mi día a día, ya que antes de coger papel y lápiz , primero tuve entre mis manos un bastidor.
Me encantaba ver el enorme talento de esas mujeres, sus manos bordando con esos hilos de colores. No sé si de manera inconsciente lo he adquirido o si lo tenía en mi subconsciente, pero lo único de lo que estoy plenamente segura es de lo mucho que me ha ayudado.
“Louise Bourgeois y Judith Scott son mis reinas dentro de mi cabeza.”
Luego evidentemente tengo artistas a los que admiro y adoro su obra. Pero ellas dos han dejado una marca dentro de mí, tanto por su manera de hacer como por su obra como por la vida de ambas.
Han premiado tu talento en diferentes ocasiones y con galardones muy relevantes. ¿Qué valor tienen los premios para ti?
Pues me siento afortunada y agradecida. Pero más que el valor de los premios, lo que más me importa es el valor que está detrás del proceso del proyecto y su historia.
“Los premios sirven para tener un CV y son un halago, pero para mí lo más importante es el momento y la vivencia detrás de ese proyecto.”
¿Cuál es tu relación con los colores?
Pues tal vez te parezca bastante recurrente, pero para mí los colores están muy interiorizados conmigo. No sé porqué, pero me influyen muchísimo. Son mi termómetro de las emociones. Por ejemplo, cuando trabajo en una gama cromática muy cerrada, dependiendo de la intensidad de los colores, siento que me afecta y también a mi modus operandi de trabajar.
Lo reflexiono y me sorprendo, porque por ejemplo en mi última exposición «De ente et esencia» la gama cromática eran tonalidades de piel, tierra, colores apagados que contrarestaba con tules con tonalidades más flúor o colores más intensos. Aunque cambiaba, sentía que el proceso creativo era mucho más metódico, controlado y mecánico, sin embargo ahora, en las obras que presento en UVNT 23, hay caos, descontrol, colores degradados y vivos, pinceladas sueltas… Nunca había pintado de esa manera… y todo ha sido en parte por el color.
¿Sigues algún tipo de proceso creativo concreto a la hora de abordar tus proyectos? ¿Alguna manía confesable?
Pues ahora estoy bastante perdida, porque me estoy dejando llevar bastante. Antes, cuando tenía que pintar algo, primero me documentaba leyendo y buscando un concepto o ideas para transformarlas y bocetearlas, pero ahora no hay una búsqueda reflexiva pasiva sino que es activa, y ya voy directamente al lienzo.
En esta ocasión lo hice así porque quería irme fuera de mi zona de control, ser más impredecible, dejarme llevar y experimentar. Y eso me está gustando mucho, por lo que creo que ahora estoy en ese momento de no limitarme, de no parar ese canal de experimentación y tener que estar definiendo o creando una metodología sobre el proceso creativo.
“Estoy en el momento de deconstruir lo que pensaba que era mi modo de hacer las cosas, y por eso estoy haciéndolo al revés de cómo lo hacía.”
Una manía confesable es que no tengo un espacio fijo dentro de donde trabajo en el estudio. Tengo que ir moviéndome y creando diferentes escenarios, y eso me encanta. Colocar las cosas me relaja y me concentra, y desde hace unos meses escucho el sonido del océano, de las ballenas y de los pajaritos, y eso es algo que me gusta mucho.
Tu trabajo incluye pintura, escultura e instalación. ¿Con cuál de estas disciplinas te sientes más cómoda?
Cada una es diferente y me hace sentir cosas distintas. En cuanto a la pintura, al ser 2D creo que me siento atrapada en ella y tengo como ciertas inseguridades que voy trabajando.
Para mí son retos, pero también me encantan los descubrimientos que voy haciendo, tanto con la escultura como con la instalación al trabajar volúmenes y tejido. Desde mi punto de vista, es mucho más fácil de entender ese lenguaje, porque mi lenguaje adquirido es ese. De ahí que disfrute muchísimo, a pesar de que no hay tanto misterio o autoaprendizaje.
¿En qué estás trabajando en estos momentos y qué proyectos de futuro puedes avanzarnos?
Ahora mismo me pillas en Madrid desarrollando la escultura de la gordita que se expondrá en UVNT y que es el resultado del premio que hace un año me otorgo la Fundación Nadine.
Es un proyecto social conmovedor del que me estoy llevando sorpresas diarias y personas extraordinarias, y en el que hay más de 80 personas participando y cosiendo la piel de este gran tótem.
Lo siguiente que tengo a la vista es hacer una exposición, y con el desarrollo que hice de las nuevas pinturas pues quiero seguir investigando y experimentando… Me apetece mucho estar en ese momento en el estudio y estar varios meses trabajando sobre ello.
Paralelamente a mi obra, también hay un proyecto al que le he cogido bastante cariño por las personas que participan en él y por la intencionalidad y el esfuerzo que supone. Es un proyecto emocionante y un sueño logrado que se llama «COM PUC PINTAR», y que nace desde una clase de niños de entre 5 y 7 años con parálisis cerebral, la super profesora Mari, la terapeuta Maricel y el educador Rafa.
Con ellos estamos buscando las formas y maneras de que estos niños tengan su propia autonomía a la hora de pintar. Por ello, hemos pintado con las manos, con móviles caseros donde cuelgan pinceles y ellos los tocan y pintan. En la última clase trabajamos con una herramienta donde los niños pintan con los ojos en un ordenador, y esto se proyecta y yo «intento» ser sus manos o expresar los colores que han elegido etc… La siguiente clase será con las familias.
“Estoy trabajando en un campamento creativo donde 7 artistas estarán acompañados de 7 médicos. A través del proceso creativo trabajaremos los distintos estados de ánimo.”
En este caso, contaremos con el apoyo de diferentes fundaciones y ONGs. En estos momentos estamos desarrollándolo…
El arte es una herramienta transformadora para ayudarnos a canalizar emociones. ¿De qué manera crees que te ha ayudado el arte en lo personal?
El arte es un canal, y todos tenemos diferentes canales para dirigir y verbalizar nuestras emociones y sensaciones.
En mi mente está la acción transformadora que implica ir más allá de crear una obra de arte que es observada. De ahí que tenga la sensación de que la contemplación sobre ello tal vez sea un poco pobre, y por ello creo que los artistas tenemos que expresar y exponer lo que ocurre a nuestro alrededor, y cómo esto nos influye de alguna manera. Para conectar con el público, el artista tiene que intervenir y demandar una acción conjunta con un lenguaje comprensible y no tan intelectual.
“El canal artístico me ayuda a conocerme y entender mi comportamiento frente al mundo.”
¿Qué papel ocupan las redes sociales en tu vida?
Tengo Instagram porque sí, ya que podría quitármelo. La verdad es que tampoco vivo de ello. Subo fotos cuando me acuerdo, hago historias dentro del estudio porque me hace gracia, pero no tengo ninguna pretensión de ir más allá.
¿Qué tiene Mallorca que no tiene ningún otro lugar en el mundo?
“Para mí la luz es fundamental.”
Y la luz de Mallorca es cálida, te acaricia y eso me encanta, así como la tranquilidad y la familia.
El año pasado hiciste una exposición bellísima en La Bibi Gallery de Mallorca: «De ente et essentia», que fue una muestra centrada en la deconstrucción del ideal de belleza del cuerpo humano en la que te enfrentas a los cánones hegemónicos de nuestra sociedad. ¿Cómo surgió esta reflexión y la idea de generar una expo alrededor de esta polémica?
La idea surge a raíz del concepto del Posthumanismo y cómo esto puede afectar a lo que nos hace ser verdaderamente humanos: el perfeccionamiento del cuerpo y de la mente. De ahí parte todo, del la pérdida de identidad de la propia humanidad.
¿Qué puedes adelantarnos de tu participación con La Bibi gallery en esta edición de UVNT Art Fair?
En primer lugar se presentará la escultura que cierra la exposición de «Narcisistas Contemporáneos» premiada en la pasada edición de UVNT por la Fundación Nadine. En este proyecto se ha creado un espacio de creación abierto para compartir y explorar, donde más de 80 personas han participado cosiendo la piel de «La Gordita».
Además, también presentaré «La silla de Abrazos» y siete pinturas.
Un sueño…
Tengo muchos, pero uno de los que me persigue desde hace años se trata de crear una escuela creativa en el campo, a lo Black Mountain College.
También hay un sueño que sé que en breve podré cumplir que consiste en crear un espacio de cuidado emocional a través de una sala de estimulación y activar la creatividad. Esta sala estará abierta a todo el que quiera.
(*) Fotos proporcionadas por La Bibi Gallery.
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