
Blonde: la controvertida película protagonizada por una deslumbrante Ana de Armas
La polémica con respecto a Blonde parece que no cesa. De hecho, hay ciertas reacciones bastantes radicales, que están demostrando que algunas personas son incapaces de ver la película sin juzgarla en función de sus convicciones morales y/o ideológicas. Es evidente que no existe una única opinión válida, y por ello, creemos que el arte debe servir para cuestionarnos, sin que eso implique que debamos reafirmarnos.
Dicho esto, lo primero que queremos apuntar es que la actriz Ana de Armas está absolutamente magnífica y que nos parece fantástico que se postule como una de las candidatas a Mejor Actriz protagonista en los Oscars 2023. Está claro que este es el papel de su vida y que a través de él demuestra que es una grandísima intérprete.
Blonde no es un biopic de Marilyn Monroe
Es importantísimo recordarlo, ya que hay mucha gente que se ha creído que esta historia está basada en la vida real de Marilyn Monroe. Y no. Blonde es una adaptación del libro homónimo de Joyce Carol Oates, quien escribió una novela ficcionada sobre la vida de Norma Jeane Mortenson. Esto no significa que no haya hechos certeros sobre la biografía de la icónica actriz de Hollywood, pero lo que es indudable es que esta película NO es un biopic al uso.
Traumas, miedo y asco en la Meca del cine
La cinta de Andrew Dominik se centra fundamentalmente en los traumas – reales e imaginados – de una de las más grandes leyendas del cine. Y justo eso es lo que ha suscitado más controversia. Es decir, que el director se haya tomado la licencia de crear una historia sobre alguien real y archiconocido por todos, pero añadiendo capítulos de su vida inventados y bastante angustiantes, duros y violentos, es lo que ha provocado tanto estupor y rechazo, y que incluso hayan querido cancelarla.
“El director neozelandés ha hecho foco en el lado más tenebroso de la vida de Marilyn, sumándole pasajes ficcionados con una gran carga emocional.”
Polémicas a parte, lo que sí que es verdad es que por desgracia la protagonista de «Con faldas y a lo loco» tuvo una infancia terrible marcada por una madre esquizofrénica, un padre ausente, una gincana de orfanatos… y mil y una torturas. Todo ese caldo de cultivo fue lo que atrajo a Dominik a crear Blonde, partiendo de la existencia de una mujer traumatizada desde niña y explotada al antojo de muchos, en una época y en un contexto como el de Hollywood, donde las conductas machistas, misóginas y de maltrato y abuso a las mujeres estaban a la orden del día.
Una propuesta arriesgada y provocadora con algunos recursos cuestionables
Otro de los dardos más feroces de las criticas a esta ambiciosa producción, que ha tardado una década en realizarse y que ha contado con Brad Pitt como uno de sus productores, está dirigido al uso de ciertos recursos considerados desacertados y en algunos casos hasta ridículos. Éstos llegan incluso a romper el clímax, como es el caso de la escena del feto que habla… Entendemos la intención, pero podría haberse ahorrado el momento «Mira quién habla»…
Asimismo, de lo que no se le puede acusar a Dominik es de no haber apostado por una propuesta valiente y poco convencional, con cambios de formato, saltos del blanco y negro al color, transiciones visualmente ocurrentes, etc… Así como una estética y una fotografía sublime y una evocadora banda sonora por parte de Nick Cave y Warren Ellis.
Norma Jean vs Marilyn Monroe
En Blonde se muestra claramente la división interna que Norma Jean sentía. Hablaba de Marilyn Monroe en tercera persona y consideraba que esa versión de ella era su forma de ganarse la vida, pero no su verdadero yo. Por eso se lamentaba de que todos quisiesen a «Marilyn», y en numerosas ocasiones se debatía entre sacarle brillo a su alter ego o dilapidarlo. Esa lucha interna era constante y revelaron lo que nunca imaginó: había creado un monstruo del que no podría escapar jamás.
¿La ficción supera a la realidad?
Entre todas las críticas que está recibiendo Blonde, está la que culpa a Andrew Dominik de tener un punto de vista misógino, sensacionalista y a veces «poco ético» al jugar libremente con la integridad de su protagonista, obviando quién es y lo que representa. De hecho, le preguntaron por qué decidió dejar fuera detalles más luminosos de la vida de la actriz como que fundó su propia productora (Marilyn Monroe Productions, Inc.), que se opuso a la caza de brujas anticomunista o que luchó contra la segregación en nombre de la cantante Ella Fitzgerald. Lo que él aseguró es que la película no es un biopic y que él decidió centrarse en los estragos psicológicos de una persona autodrestrutiva y víctima de su malograda infancia, de sus circunstancias y de sus demonios internos, más allá de ser Marilyn Monroe y de haberse convertido en una actriz de éxito y de haber tenido todo lo que la sociedad encuentra deseable, desde la belleza hasta la fama.
“En esencia, Marilyn era una persona autodestructiva y adicta. No creo que nadie esté en desacuerdo con eso.” A. Dominik
Aunque nosotros comprendemos su punto de vista, consideramos que resulta complicadísimo coger partes reales de la vida de uno de los iconos del siglo XX, sumarle otros inventados y pretender que el público se abstraiga de la ficción y no juzgue la historia que le están contando y mostrando… Es inevitable que esto suceda, a pesar de que lo que sí es eludible es querer arruinarla por no coincidir con nuestras expectativas.
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