
Amy: descenso en picado a los infiernos
Ayer fui a ver «Amy (la chica detrás del nombre)» y la verdad es que aunque me gustó mucho, lo cierto es que me dejó bastante tocada… Principalmente porque resulta muy triste ver a alguien con tanto talento, tan joven y con un futuro tan prometedor autodestruirse…
La dirección de este documental es de Asif Kapadia, autor del biopic «Senna», en el que retrató al campeón brasileño de fórmula I Ayrton Senna y admirador de la estrella del soul con estigma de mártir.
Ya os adelanto que «Amy» no es el típico documental al uso, ya que aunque aparecen muchos testimonios, no le restan protagonismo a Miss. Winehouse. Una coral de amigos, productores, artistas y familiares que ayudan a comprender el descenso a los infiernos de esta jovencísima artista, compositora, letrista y cantante de extraordinario talento (comparada por el grandioso Tony Bennett con Ella Fitzgerald) a través de un gran compendio de material audiovisual impresionante compuesto por vídeos domésticos y de archivo, fotografías, reportajes televisivos, actuaciones, etc…
El deambular cronológico de la peli nos permite contextualizar su breve vida – falleció en su casa de Camden (Londres) como consecuencia de un coma etílico con tan solo 27 años – y empatizar con la artista. Hay imágenes muy duras y que encierran una profunda tristeza. Da muchísima lástima como en muchos momentos de su vida solo se deja llevar…: unas veces por su criterio autodestructivo aderezado por su fuerte adicción a las drogas, otras por las malas compañías y en otras ocasiones por la ineptitud de sus familiares cercanos.
Amy aparece en el inicio del film como una niña feliz, a pesar de que en cuanto se convierte en adolescente ya empieza a despuntar por aspectos propio de esta edad como complejos físicos, angustias vitales, desacuerdos con los padres, etc… aunque también por problemáticas mucho más jodidas como la bulimia que padecía, sus fuertes adicciones, su carácter obsesivo-compulsivo y su bajísima autoestima. Sin embargo, y a pesar de este cócktail molotov y de ser una persona vulnerable y sensible por naturaleza, que solo deseaba ser amada, hay que tener en cuenta que sus circunstancias también la abocaron a convertirse en el personaje mártir que es a día de hoy. Es decir, la ausencia del padre durante los años más importantes (a pesar de que cuando su hija se convierte en la gallina de los huevos de oro sí que resulta ser un personaje omnipresente en la vida de Amy…); la actitud permisiva de su madre, quien no reaccionó como tocaba cuando su hija ya empezó a dar síntomas de estar yendo por el mal camino; la separación de sus progenitores; sus propios tormentos de serie y su relación con el indeseable Blake Fielder-Civil… la condujeron a esa muerte temprana. Con todo esto no quiero parecer que la esté eximiendo de toda culpa, pero sí que es importante tener en cuenta sus circunstancias para darnos cuenta de que su fulgurante autodestrucción estuvo motivada en gran parte por ese entorno poco sano y por el asedio mediático salvaje que tuvo que soportar día sí y día también.
Sin más, y como podréis comprobar cuando vayáis a verla, este poliédrico retrato de Amy contiene fragmentos de gran interés para los seguidores de la misma: sus momentos más álgidos como cuando fue galardonada con los mejores premios, y también los más tormentosos y terroríficos como cuando se muestra a la cantante drogada y totalmente fuera de si.
Como os decía al inicio de este post, yo salí tocada. Hay imágenes tan explícitas sobre el dolor que tuvo que sufrir la artista británica y testimonios tan emotivos por parte de la gente que trató de ayudarla que… es inevitable que se te salten las lágrimas.
Consultar cartelera.
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